Que la temperatura del planeta está
aumentando es un hecho, y hay consenso científico en que este calentamiento
tendrá consecuencias económicas; por eso, grupos de investigadores de todo el
mundo se dedican a calcular cuántos grados más soportará la Tierra en el futuro
y cómo afectará a la vida de las personas.
Científicos del Centro de
Investigación Común de la Comisión Europea (JRC, por sus siglas en inglés) han
estimado que, si no se hace nada por evitarlo, con una temperatura 3,5 ºC más
alta en el año 2080, los daños climáticos costarán a Europa al menos 190.000
millones de euros, lo que se traduce en una pérdida del 1,8% de su PIB actual.
Estas conclusiones son los resultados
de la segunda fase del proyecto PESETA, que compara la situación en la Europa
del futuro, de 2071-2100, con la de 1961-90. “El nombre de ‘PESETA’ es un
acrónimo (de Projection of Economic impacts of climate change in Sectors of the
European Union based on boTtom-up Analysis) y no se lo puse yo, sino una
investigadora holandesa”, explica a Sinc por teléfono Juan Carlos Ciscar,
economista español y líder del trabajo, que este miércoles se ha presentado en
el Euroscience Open Forum celebrado en Copenhague (Dinamarca).
“Los impactos en una región se
propagarán a otras, por ejemplo, las pérdidas agrícolas en el sur de Europa
tendrían un efecto dominó”, dice Ciscar.
Los cálculos de PESETA se han obtenido
imaginando un mundo con la población y el panorama económico de hoy, pero con
el clima que se espera para 2080. El principal objetivo es dotar a los
responsables de la toma de decisiones políticas de evidencias científicas para
apoyar planes que mitiguen los efectos del cambio climático. Y en esta Europa
recalentada, los daños no afectarían a todos por igual: “Los países más
perjudicados serán los del sur de Europa”, explica Ciscar.
En el estudio, la Unión Europea se ha
dividido en cinco regiones, de las cuales el sur de Europa (España, Italia,
Grecia, Portugal y Bulgaria) es la región más castigada por el clima, con
pérdidas de 74.000 millones de euros anuales.
Efecto dominó
Si a esta zona se suma la de los
países al sur de Europa central (Francia, Austria, República Checa, Eslovaquia,
Hungría, Eslovenia y Rumania), ambas cargarían con el 70% de las pérdidas de
calidad de vida de la UE; mientras que los países del norte serían los menos
perjudicados (1%). Sin embargo, el científico aclara que “los impactos en una
región se propagarán a otros lugares, por ejemplo, las pérdidas agrícolas en el
sur de Europa tendrían un efecto dominó”.
Los primeros resultados de PESETA se
obtuvieron en 2009 y fueron publicados en la revista PNAS. La novedad de esta
segunda fase del proyecto es, según Ciscar, “que ahora hemos incluido nuevos
sectores en los que el cambio climático tiene influencia, como la salud”. Así,
han deducido que más de la mitad de los daños económicos en Europa se deberán a
muertes prematuras.
El trabajo de los investigadores ha
consistido, en primer lugar, en recoger datos sobre los cambios biofísicos
producidos por el calentamiento en diez sectores: agricultura, inundaciones de
ríos, costas, turismo, energía, sequías, incendios forestales, infraestructuras
de transporte, adaptación del hábitat de los bosques y salud humana.
Para evaluar cómo afectarán al
bienestar y la economía de los europeos, han integrado los datos en un modelo
económico. Por detrás de la mortalidad prematura, responsable de pérdidas de
más de 120.000 millones de euros, los mayores impactos se sufrirán en las
costas (42.000 millones de euros) y la agricultura (18.000 millones).
Más de la mitad de los daños
económicos en Europa se deberán a muertes prematuras
La frecuencia de los eventos
climáticos extremos sería el doble que la actual, habría 200.000 muertes
relacionadas con el calor, las inundaciones de los ríos causarían daños de más
de10.000 millones de euros y 8.000 km2 de bosque se quemarían en el sur de
Europa. El número de personas afectadas por las sequías se multiplicaría por
siete y los daños en las costas debidos al aumento del nivel del mar se
triplicarían.
Una
predicción que subestima los daños
Estas previsiones se refieren al caso
en el que no se haga nada para mitigar el calentamiento global, con un aumento
de temperatura de 3,5°C. Pero PESETA también contempla otro escenario: un mundo
en el que se aplicaran políticas para reducir los gases de efecto invernadero y
se redujera el calentamiento a 2°C –la meta internacional actual–. En este
caso, las pérdidas se reducirían un 30% hasta los 60.000 millones de euros, lo
que supone un 1,2% del PIB europeo. Además, las nuevas áreas quemadas se reducirían
a la mitad y se evitarían 23.000 muertes anuales por calor.
“Puede parecer que la diferencia entre
no hacer nada o actuar es pequeña, pero esa es una interpretación errónea de
nuestro trabajo. Estamos dejando claro que nuestro estudio subestima el daño
provocado por el cambio climático en Europa”, explica Ciscar. “Hay efectos que
no hemos podido evaluar porque no existen métodos para hacerlo y otros que
podrían incluirse en próximos estudios”, aclara.
Ciscar se refiere, por ejemplo, a los
eventos climáticos extremos: “Sabemos que el huracán Sandy que pasó por América
en 2012 supuso pérdidas de 50 mil millones de dólares, pero no podemos incluir
en nuestro modelo este tipo de estimaciones”.
PESETA no considera el hecho de que al
moderar las temperaturas se podrían reducir las importaciones de energía en la
UE; como tampoco tiene en cuenta los riesgos para la salud por la contaminación
del aire. Deja fuera del análisis otros factores, como los daños a la
diversidad biológica, que no pueden monetizarse; la posibilidad de un cambio
climático abrupto o las consecuencias del derretimiento del hielo marino del
Ártico.
Fuente/
veritas-boss.blogspot.com.es