viernes, 25 de julio de 2014

EL MOBA, O MUSEO DE ARTE MALO


Hay obras demasiado feas para ser ignoradas.
Ni el Louvre, ni el British, ni el Prado, en la ciudad de Dedham, Massachussets, hay un museo que a simple vista funciona como un museo normal, recibe visitantes, expone piezas, recibe donaciones, vende souvenirs de sus cuadros, etc, lo único que tiene de particular es que el “arte” que expone es tan malo que merece ser expuesto, al menos esa es la idea, “hay obras demasiado feas como para ser ignoradas”
Su nacimiento es tan curioso como su arte. El americano Scott Wilson encontró una pintura abandonada  y  la considero en broma una obra maestra, de hecho el acompañante de Scott quería quedarse con el marco y tirar el lienzo. 
Este cuadro titulado “Lucy en el campo con flores”, es también llamado la “Mona Lisa del MOBA” por ser  el origen de tan singular proyecto.
Tras el hallazgo,  comenzaron a recopilar cuadros que podrían haber acabado en la basura, y en 1993, en  una  fiesta, se les ocurrió inaugurar una especie de galería de arte que pronto tuvo un inesperado éxito y que en solo unas horas visitaron más de 200 personas.
Scott acondicionó su sótano, colgó los cuadros y así nació oficialmente el  Museo de arte malo, Museum of Bad Art (MOBA) en Boston, el único museo del mundo dedicado al arte malo, formado casi en su totalidad con obras encontradas en la basura o donadas por artistas.
Pero es tal el éxito de este museo y el número de visitantes, que de pasar a nacer en un sótano, ahora tiene tres instalaciones, la última inaugurada el año pasado en un complejo donde incluso hay cines
Su directora, la señora Sacco, cuenta que el museo no tiene la intención de ofender a los dueños de las obras, ya que la mayoría las entregan voluntariamente, aunque también hay piezas recatadas de mercadillos y de gente que las dona al museo porque  quieren desprenderse de ese cuadro horrible que tienen colgado en sus casas.
De hecho junto a cada “obra de arte” hay una nota que explica el origen de la misma, y lo mas importante, no se admiten obras que se hayan hecho mal intencionadamente, el artista debe haber hecho todo lo posible por sacar lo mejor de sí mismo, supongo que habrá expertos sobre el tema.
Pero no solo hay pinturas, también los escultores tienen su oportunidad.
El museo cuenta cada vez con más donaciones y financiación, además de vender camisetas y recuerdos con algunas de sus obras, por eso la entrada es gratuita.

Gracias a este museo me he dado cuenta del artista que llevo dentro.