martes, 8 de julio de 2014

INCERTIDUMBRE A LO DESCONOCIDO ATAJA BENEFICIOS DE GEOLOCALIZACIÓN: ACADEMIA PANAMERICANA DE INGENIERÍA

Actualmente existen tecnologías disponibles que logran la localización de todo tipo de equipos celulares con alta precisión, que llegan hasta 50 metros de exactitud en zonas urbanas y alrededor de 500 metros en zonas rurales
La incertidumbre ante lo desconocido y las resistencias de algunos sectores entre los que se cuenta a los operadores móviles (concesionarios) impiden observar con detenimiento, profundidad y pertinencia los beneficios de generar una Ley de Geolocalización protectora de la seguridad de la sociedad mexicana, afirma el Dr. en Telecomunicaciones Eduardo Castañón.
El experto, miembro de Academia Panamericana de Ingeniería y ex presidente de la Comisión de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Academia de Ingeniería de México, destaca la existencia de muchos mitos populares sobre el tema del rastreo de los aparatos de telefonía, donde la invasión a la privacidad es inexistente, porque se limita a la geolocalización. Por ejemplo, en un vehículo el conductor puede circular en el aparato automotor sin conocerse quién lo conduce ni saberse además quiénes más lo tripulan y se buscará conocer su identidad, sólo si con esa unidad se ha cometido una infracción o delito, lo cual puede hacerlo un agente de tránsito o policía sin necesidad de acudir a un juzgado.
Es decir, hay una diferenciación entre geolocalizar (aparatos), intervenir (llamadas) y conocer quién es la persona que usa el aparato para hacer llamadas, expresa el especialista de la Academia Panamericana de Ingeniería: “La legislación actual sobre el tema de la geolocalización habla correctamente de rastreo de aparatos de telefonía (no de personas, ni sus llamadas) en caso de que se estén cometiendo presuntos delitos a través de ese aparato telefónico y sólo se buscará conocer la información personal del contratante de la línea, sus relaciones con otros y su comportamiento histórico, cuando haya indicios de su intervención en delitos de crimen organizado como son secuestro y extorsión”.
El otro tema importante, destaca Eduardo Castañón, es la colaboración y disponibilidad de los operadores de la telefonía móvil para cumplir con los mandatos legales de proporcionar los datos exigidos por el Ministerio Público a través de un juez, al anteponer que cada petición requiera de hasta 24 horas para responderse y que se debe tomar en cuenta que algunos equipos de telefonía comercializados en el mercado carecen de las características para aplicar la tecnología que permite la geolocalización en tiempo real.
De acuerdo con el experto en telecomunicaciones, actualmente existen plataformas tecnológicas comerciales que logran la localización inmediata, en tiempo real, de todos los equipos móviles con alta precisión, que llegan hasta 50 metros de exactitud en zonas urbanas y alrededor de 500 metros en zonas rurales con amplia dispersión de celdas celulares.
Es decir, existen sistemas o programas de software para geolocalizar aparatos celulares digitales y aún los analógicos que todavía se encuentran en el mercado, porque su detección se da a través de la red en donde se emiten las señales y no de manera directa del aparato y que hoy están siendo utilizados con éxito, no por los Concesionarios, sino por los Gobiernos de diversos países como Estados Unidos, Canadá, Israel o el mismo Brasil para la actual Copa del Mundo y lo harán también para los Juegos Olímpicos de 2016.
Donde sí debe existir una completa colaboración de los operadores móviles sería para poder instalar una conexión permanente hacia la instancia gubernamental designada, con operadores de élite y con procesos transparentes para que no se preste a malas interpretaciones, con el fin de poder tener la geolocalización con la precisión e inmediatez que el combate a los delitos requiere.
Ya no es posible gobernar sin el apoyo de la tecnología. México ya no puede ni debe esperar más tiempo para utilizar estas herramientas que coadyuvan con eficacia al combate al crimen organizado.