domingo, 6 de julio de 2014

LA RAZÓN POR LA CUAL NO HAY PREMIO NOBEL PARA LOS MATEMÁTICOS


Hay leyendas y, aunque no hay nada confirmado, una de ellas dice que fue Nobel fue informado de que Gösta Mittag-Leffler, su paisano 5 años mayor, un reputado matemático, era el más apto para llevarse tal distinción (en el caso que Nobel decidiera crear el premio Nobel para las matemáticas). Sin embargo, continúa diciendo la leyenda, que Nobel no se la llevaba bien con él. Aparentemente Gösta se habría granjeado algunas enemistades en su camino hacia la fama y la riqueza.
Sin embargo, hay quienes sostienen que el problema habría sido un lío de amores, porque Gösta habría tenido más éxito con cierta mujer de la que estaba enamorado Nobel.
A decir verdad, esta última tesis incluye a la anterior. Gösta se habría quedado con la mujer de la que estaba enamorado Nobel y esto habría granjeado cierta enemistad entre ambos, de suerte que Nobel prefirió no crear el premio Nobel de matemáticas sólo para no dárselo a Gösta.
A tal punto habría sido el impacto que esto ocasionó en Nobel, el perder el amor de su vida, que Nobel no se volvió a enamorar, se olvidó de las cosas del amor y se dedicó de lleno a su carrera. Se desconoce si la mujer del embrollo era la misma Signe Lindfors, esposa de Gösta Mittag-Leffler, o si se trataba de un amorío clandestino de Gösta.
Algunos más sugieren que Nobel no consideró que las matemáticas pudieran ofrecer una contribución significativa a la sociedad, pero no creemos que fuera tan lerdo para creerlo así, si las mismas son parte esencial de la física, de las ingenierías, de la astronomía, etc.
Sea como fuere y, en el caso que la leyenda resultase cierta, Gösta dejaría a Nobel sin amor, y Nobel dejaría a Gösta sin fama y, hasta cierto punto, sin recuerdo para la posteridad.

Ah, por cierto, la primera versión tiene más acogida entre los suecos (quizás se desea blanquear la imagen de Nobel) mientras que la segunda versión tiene más remembranza entre los franceses.