jueves, 10 de julio de 2014

MIRADA INTERIOR OJOS EN LOS ALAMBRES Y PÁJAROS EN LA RED CAMBIAR A CHILPANCINGO Por. Isaías Alanís

Y para no variar la goleada en materia de comunicaciones, se dio en el marco de un equipo altamente tecnificado electoralmente por televisa. Las bancadas del PRI, Nueva Alianza y verde Ecologista por mediación de un arbitraje rigorista y a favor del equipo del Tigre Azcárraga, golearon la desprotegida cancha opositora y les clavaron una goliza despiadada, terrorífica para continuar sembrando en los mexicanos ese monstruo prenatal de la ignorancia. El Diputado perredista Javier Salinas Narváez fue el único de izquierda que voto a favor de la grotesca telebancada. La mayoría de diputados del PRD, seis del PAN y los partidos del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, votaron en contra.  La Ley Telecom quedó aprobada por 340 votos a favor y 129 en contra.
Y otras estaciones que salieron chiflando en la loma son las de radio comunitarias y culturales. Al fin que el “Tigre viejo” dijo alguna vez estas proféticas palabras; “yo no dejo que mis hijos vean la televisión que hago, esa la hago para gente estúpida e ignorante”. La radio comunitaria e indígena y otras, sólo tendrán el diez por ciento en el segmento de la banda del espectro radioeléctrico ampliada que va de los 1605 a los 1705 KHz segmento de AM. La cultura y el poder de este país está en televisa. En sus manos encomendamos el espíritu de la raza.
Y otra, el estado podrá escuchar, ver, bajar tus correos, tu cuenta de tuiter y fb. Con eso tendrá un control de cualquier de nosotros en este país o fuera de él, si usas la telefonía y la red. Quién sabe si esa modalidad sólo tiene en la mira a luchadores sociales, políticos incomodos al régimen o también a los barones del crimen  organizado a los que Ramón Kuri Camacho, en su ensayo: “El narcocorrido, esclerosis del espíritu y elogio de la servidumbre”; lo nombra de esta manera: “El principio de unidad yace en otra parte. Entre hermanos, violentos, secuestradores, policías, ministerios públicos, políticos o jueces, el principio de unidad que provee en México un vínculo social se llama crimen compartido…”. Esta tesis del investigador mexicano  que desmenuza en ese ensayo, nos pone a los mejicanos en un abismo semántico. Sin saberlo, también muchos de nosotros ¿formamos parte de una célula del crimen compartido?   
La final del mundial de futbol ya tiene nombre y apellido; la poderosa Alemania contra la oncena Argentina. En un escenario de broncas y violencia carioca previas, durante y la noche en que lloró Brasil, a moco tendido y a ritmo de samba al quedar su representativo eliminado de la competencia balompédica bajo el fuego cruzado de los artilleros teutones. La oncena brasileña se mostró ante los ojos del mundo como un equipo llanero. Todo fue un caos. Los defensores se sumaron a tontas y locas al ataque como cuando disputábamos una cascarita en los llanos de Tlalpan. Y la buena puntería de sus adversarios les propinaron una goliza que ya según dicen los que saben de soccer, es histórica.
El furor futbolero llegará a su término cuando se juegue la final. La presidenta de Brasil, gracias al mundial, ve ya muy lejana su reelección y también llega a su final al frente del gobierno brasileño que ya se prepara con un Luiz Inacio Lula dispuesto a reconquistar las riendas y ser el poder tras el trono brasileño..
Y como esta justa futbolera no es gratis, tampoco lo es la reconstrucción de Chilpancingo. El tramo de la autopista del sol que cruza la ciudad, lo están realizando a mil por hora. Es hora de que los capitalinos, guarden la calma.
Chilpancingo, es una ciudad que había estado abandonada, que creció a machete, sin planeación urbana. Hoy se tiene la gran oportunidad de darle un cambio total a la capital de Guerrero.
Los habitantes deben de guardar la calma, los esfuerzos del gobierno federal, estatal y sobre todo del ayuntamiento capitalino, están encaminados a solucionar no solo lo provocado por “Ingrid y Manuel”, sino por décadas de crecimiento anárquico, de escamotear el presupuesto y usarlo para otros destinos. De que la misma gente le robara metros a las calles, cauces a barrancas, espacios a las áreas verdes.
Al ir creciendo la ciudad, la misma gente, no construía, por ejemplo, fosas sépticas, los drenajes se tiran a cielo abierto. No se respetan los alineamientos viales, se cierran calles por cualquier motivo. Los automovilistas se meten en sentido contrario. Hay un caos, no de ahora, de siempre. Negocios han invadido banquetas y calles con total impunidad sin que nadie los detenga. Esta es una costumbre tan vieja como el despegue del crecimiento urbano en la década de los ochentas. 
La hora de Chilpancingo es hoy. Como ciudadanos es la hora de colaborar con la autoridades. Es la hora de ponerse la camiseta de capitalinos, como se hace en todas las ciudades del mundo. Y si se han invadido barrancas, soltado agua contaminada, metido las uñas a las áreas verdes, recorrido su lienzo hasta el corazón del encauzamiento. También hay que ponerse las pilas y que los  ciudadanos corrijan sus errores. Hay que pagar el agua potable, muchos no lo hacen sobre todo funcionarios y ex funcionarios y aprovechar el impulso de los tres niveles de gobierno para modernizar la red de distribución del agua y diseñar un proyecto de movilidad ciudadana, no sólo en la zona urbana, sino en los bosques circunvecinos y poner en práctica estrategias de reforestación y preservación del bosque impidiendo su tala. Guerrero, pese a lo que digan es uno de los estados más deforestados de México. Hay que cuidar el bosque, en la medida en que impídanos su deforestación criminal, estaremos cuidando el medio ambiente y el agua.
También es la hora de pagar impuestos, cubrir la cuota de predial, circulan miles de coches sin placas ni tenencia.
Es la hora de cambiar Chilpancingo porque una ciudad nos necesita a todos.