martes, 8 de julio de 2014

(VIDEO-AUDIO) MÚSICA CLANDESTINA GRABADA EN RADIOGRAFÍAS DE RAYOS X



Al acabar la Segunda Guerra Mundial, los soldados soviéticos de vuelta a casa se trajeron como recuerdo objetos que no había en aquella época en la Unión Soviética. Por ejemplo, discos con música occidental, grabaciones censuradas por el Gobierno en un intento de detener la influencia extranjera, contraria ideológicamente a los países del bloque soviético.
Y como el vinilo era escaso y se dependía de las copias que venían a través de Europa del Este, donde los controles sobre los discos eran menos estrictos. Los ingeniosos rusos comenzaron la copia de los discos prohibidos, en radiografías de rayos X rescatadas de contenedores de residuos hospitalarios.
Así surgieron los 'discos de huesos' o 'discos de costillas'. Al principio las radiografías se cortaban de manera muy artesanal con tijeras de manicura en discos de 23 a 25 centímetros de diámetro con el agujero central hecho con un cigarrillo.

Después ante la demanda y la falta de grabaciones de música 'no recomendada' y que las dificultades agudizan el ingenio, el método se perfeccionó para duplicar los discos. Grabaciones clandestinas que se distribuían de manera similar como las copias de texto samizdat, literatura prohibida por el régimen soviético.