El Museo Penn anunció el
martes el redescubrimiento de un esqueleto humano de 6,500 años de antigüedad.
El hallazgo original fue en el sur de Irak alrededor de 1930. Acertadamente
bautizado como «Noé». el raro ejemplar fue identificado esta semana durante las
tareas de digitalización de la colección del museo. Creen que es un hombre de
unos 50 años de edad y 1.75 metros de estatura que vivió en los años
posteriores a un gran diluvio, así lo evidencia el hecho haya sido desenterrado
de una capa profunda de cieno durante trabajos de excavación realizados el
siglo pasado. ¿Un contemporáneo al Gran Diluvio? Entre 1929 y 1930 un equipo
del Museo Penn y el Museo Británico liderado por Sir Leonard Woolley, excavó 48
sepulcros pertenecientes al periodo El Ubaid en una llanura aluvial. Esta era
una cultura caracterizada por grandes asentamientos que se originaron en el sur
de la Mesopotamia cerca del año 5500 a.C. y perduraron hasta el 4000 a.C.
Foto de archivo que muestra
el momento en que los trabajadores transportan a «Noé» fuera de su tumba en
1929/1930. Credito: University of Pennsylvania Museum of Archaeology and
Anthropology.
De todos los restos humanos
encontrados, solo un esqueleto estaba en buenas condiciones para ser
recuperado. Enterrado con sus brazos a los costados y las manos sobre el
abdomen, y vasijas a sus pies, el esqueleto era 2,000 años más viejo que las
famosas «tumbas reales» halladas por Woolley en la misma ubicación de la otrora
ciudad de Ur. Luego de descubrir un cementerio de la realeza, el arqueólogo
británico siguió excavando hasta que alcanzó una capa limpia de sedimentos a 12
metros de profundidad. Allí se dio cuenta que las tumbas se hundían en otra
capa de sedimentos que descendía varios metros más, en un nivel inferior. La
capa, conocida como «la capa del diluvio», descendía bajo los límites del nivel
del mar. Esto llevo a Woolley a concluir que la ciudad de Ur fue originalmente una
pequeña isla rodeada por un pantano que habría sido inundada por un gran
diluvio.
La tumba desde la cual fue
extraído el esqueleto que se halla en el Museo Penn, estaba en una de estas
capas inferiores; por lo tanto, el hombre, al igual que otra gente en Ur, había
vivido en una época posterior al diluvio. Los arqueólogos piensan que un desastre
como el sucedido en Ur inspiró las épicas historias sobre el bíblico Diluvio
Universal descrito milenios después. Reconstruyendo la historia William
Hafford, Director del Proyecto de Digitalización del Museo Penn, explica que
«Woolley logró remover el esqueleto incólume, lo cubrió de cera, lo amarró en
un trozo de madera, y lo levantó junto con parte de la tierra circundante
utilizando un gran cabestrillo. Luego envió los restos a Londres para su
análisis, y de allí a Filadelfia, donde sería almacenado en una caja de madera
sin catalogar durante 85 años —dentro de la colección de más de 150,000
especímenes óseos en posesión del museo».
Esqueletos completos del
periodo El Ubaid son una rareza dentro de la arqueología. Ahora, gracias a las
técnicas tecnológicas ausentes en la época de Woolley, los científicos esperan
que el examen del esqueleto permita conocer la dieta y los orígenes ancestrales
de la población, entre otros datos.
Artículo publicado en
MysteryPlanet.com.ar: Científicos redescubren a «Noé», un individuo de hace
6,500 años que sobrevivió al Diluvio Universal
fuente/MysteryPlanet.com.ar