sábado, 13 de septiembre de 2014

Médula Murió el rey… ¡Viva el rey! Por Jesús Lépez Ochoa

Lamentable la reacción del dirigente de David Jiménez Rumbo a la derrota que sufrió Grupo Guerrero en la elección de consejeros estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no sólo porque acusa de vendidos a quienes apoyaron a la corriente Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), sino a sus propios compañeros de corriente que lograron colocarse en el consejo estatal.
La advertencia hecha al gobernador del estado de que no vaya a “comprar” a los consejeros de Grupo Guerrero es una confesión manifiesta: David Jiménez Rumbo ya no confía en nadie y rayando en la paranoia falta al respeto a sus compañeros de corriente a los que exhibe como “comprables”.
Ofuscado por su derrota en las urnas y haber descendido del primero al tercer lugar no mide sus palabras ni se percata que, lo que en realidad está diciendo, es que no confía en nadie de su corriente. Tal vez por eso lo están abandonando.
Su paranoia no es tan infundada como parece, ya que al hundirse su barco el efecto cucaracha no se hizo esperar y algunos de sus aliados políticos buscan ya mejores posibilidades de lograr sus metas políticas personales en las que Jiménez Rumbo parece ya no tener cabida.
En columnas editoriales de algunos periódicos nacionales el senador Armando Ríos Piter ha comenzado a incrementar sus coqueteos con la corriente IPG, con lo que busca minimizar el tremendo daño que sufrió en las urnas, ya que el haber quedado hasta el cuarto lugar en la interna perredista echó abajo el mito de que va arriba en las tan llevadas y traídas encuestas que nadie ha visto.
Muera el rey… ¡Viva el rey! Grupo Guerrero ya no garantiza hacerlo candidato a gobernador, es más, ni siquiera que Rumbo logre la presidencia del PRD en Guerrero y ser él mismo candidato a senador a la vez.
Delante de su corriente están IPG y Nueva Izquierda, por lo que debe negociar con ambas fuerzas y no da muestras de querer hacerlo, lo cual resulta ilógico cuando está diciendo públicamente que desconfía de su mismo grupo. ¿Y ahora, quién podrá defenderlo?.