lunes, 8 de septiembre de 2014

(VIDEO) LA TRAGEDIA DEL HINDENBURG

Todavía hoy se desconoce cuál fue la causa exacta que desencadenó la catástrofe. La explicación más plausible es que la cubierta exterior de la nave se cargase de electricidad estática al atravesar la tormenta y que al descargarse prendiera el hidrógeno procedente de algún pequeño escape. Quizá un viraje imprudente pudo provocar la ruptura de un cable, y éste una fuga de hidrógeno. No se sabe. En cualquier caso los 200.000 m³ de gas del Hindenburg ardieron en unos instantes. Lo cierto es que este no fue el primer accidente grave de un dirigible. Tan dudoso honor corresponde al dirigible británico R-38, construido para los Estados Unidos, que se cayó en Yorkshire el 23 de agosto de 1921; perecieron 44 de las 49 personas que se encontraban a bordo. Entre 1925 y 1935 los dirigibles norteamericanos USS Shenandoah (ZR-1), USS Akron (ZRS-4) y su gemelo USS Macon (ZRS-5) se estrellaron con el resultado de 89 víctimas. Otro dirigible británico, el R-101, un modelo muy avanzado para su época pero construido deprisa y enviado en un vuelo a la India antes de estar terminado, se estrelló en Francia con la pérdida de 48 de sus 54 tripulantes en 1930. Y estos son solo los accidentes con víctimas. La lista de desgracias es interminable.