domingo, 16 de noviembre de 2014

BREVE ENSAYO SOBRE LA UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DEL ESTADO DE GUERRERO Dr. Floriberto González González (PRIMERA DE DOS PARTES)

FLORIBERTO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

La UIEG, la montaña y sus contrastes.

Como dijera don Juan Matus, la montaña es una realidad aparte. Todo es extraño para el que llega, difícil, agreste. En época de lluvias: la neblina lo envuelve todohasta hacer que el sentido de la vista sea inútil; para unos puede ser un manto mágico, para otros tenebroso: se puede disfrutar o sufrir. Cuando hay cielo despejado, las noches son tan nítidas, que la mirada hace que las estrellas casi se puedan tocar con las manos; y los vientos, cuando se dejan sentir con sus murmullos indescifrables, dejan los árboles pandos, los techos de láminas de las casas desnudos y las noches desveladas. Las montañas con su majestuosidad imponen respeto, se ven montañas por todos lados. Esta realidad aparte, se sufre o se disfruta, todo depende de la capacidad de adaptación y de la actitud asumida ante lo inédito (para los que somos peregrinos). Y de esto depende el triunfo o fracaso. Quien no sea capaz de quemar sus naves, está destinado al fracaso y al sufrimiento. Allí está enclavada la UIEG; en medio de lo inédito, de lo adverso, luchando por su sobrevivencia, por una identidad y desarrollo propio.
La Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG), como toda institución educativa, tiene su historia y su desarrollo. Historia y desarrollo que de alguna manera se ha ido construyendo, tanto de manera oral como escrita; y son tantas como actores han participado en su proceso. Aquí voy a hablar un poco de su presente, y de su perspectiva de futuro, a un año y medio de conocerla desde adentro (enero del 2013-mayo del 2014), haciendo la aclaración de que es un punto de vista personal, de cómo la veo y la percibo, con la única intención de tratar de describirla en sus diferentes aspectos, para poder encaminarla hacia su propio desarrollo. Para ello, voy a abordar varios aspectos de manera sucinta, considerando como centro del análisis, precisamente el paradigma de la interculturalidad. Es decir, hacer un análisis de cuánto el paradigma de la interculturalidad impregna las relaciones y el quehacer mismo de la institución.
Un poco de antecedentes.
Pareciera ser que la creación de la UIEG nació del conflicto; primero, con el equipo inicial que venía trabajando dicho proyecto para Guerrero, principalmente por la elección de la sede (La Ciénega y El Rincón; ambas comunidades pertenecientes al municipio de Malinaltepec, Gro.), conflicto que desembocó en la creación de dos universidades: la UIEG y la UNISUR; y que propició que el equipo de trabajo original se deslindara de la primera. Este primer conflicto, por la ubicación geográfica de la universidad, me parece que no solamente respondía a un estudio  de factibilidad, ya que la comunidad de El Rincón cumplía con mejores condiciones de servicios: alimentación, hospedaje, transporte y su ubicación geográfica, sino que el problema también era político: no se podía dotar de una universidad a dicha comunidad que había sido creadora de la Policía Comunitaria. Es decir, la decisión de en dónde ubicar a la universidad, fue una decisión de Estado.
Sin embargo, ese conflicto de nacimiento, que ya es historia pero que influyó de manera decisiva en el desarrollo de la UIEG, pudo haberse superado si no se hubieran dado nuevos conflictos con el primer rector (Abad Carrasco Villegas), con el rector interino (Acacio Edmundo Macip Toral), y con el tercer rector (Rafael Aréstegui Ruíz), que hicieron que la UIEG no terminara de nacer, desarrollarse y caminar hacia la consolidación; y de esta manera, el conflicto se hizo presente de manera cotidiana. Lo que sucedió en cada uno de los rectorados y los motivos por los cuales fueron destituidos, seguramente lo escribirán quienes lo vivieron, y habrá tantas historias como papeles jugados por cada uno.
Aquí, bien valdría la pena preguntarse: ¿Qué tan intercultural es la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero? A siete años de su creación y cuatro rectores de por medio, se hace necesario hacer un primer acercamiento que nos permita plantear algunas problemáticas que impiden ya no digamos su desarrollo y consolidación, sino terminar de nacer y tomar el rumbo para lo que fue creada. En este sentido, voy a evitar meterme en una discusión teórica sobre lo que es o no es la interculturalidad, y en un primer momento, tomaré como base y punto de partida los documentos oficiales al respecto y su cumplimiento en el quehacer universitario, y en un segundo momento, hacer un acercamiento a cada uno de los actores principales: profesores, alumnos, directivos, políticas educativas, y al desarrollo de sus funciones sustantivas: docencia, investigación, vinculación y difusión de la cultura.
Modelo Educativo de las Universidades Interculturales.
Retomamos aquí el texto: Universidad Intercultural: Modelo Educativo, editado por la SEP-CGEIB, 2006, y que es como la biblia de las universidades interculturales, o al menos eso dicen los profesores. No se trata aquí de armar una discusión sobre los planteamientos ahí hechos, sino de que al ser un documento oficial, simplemente ver qué tanto orienta el quehacer cotidiano y la forma de organización y de abordar el conocimiento, en este caso, en la UIEG.La misión de las Universidades Interculturales ahí expuesta (pág. 145), plantea, entre otros aspectos: Formar profesionales comprometidos…con el desarrollo de los pueblos indígenas…revalorar sus saberes y propiciar un proceso de síntesis con los avances del conocimiento científico…favoreciendo un diálogo permanente con las comunidades… Creo que lo anterior no está a discusión alguna, sin embargo, ¿Qué tanto esta misión orienta a la UIEG? Me parece que es la primera discusión a dar. ¿Qué tanto los egresados están comprometidos con su comunidad? Es decir, ¿egresan y se incorporan para acompañar en sus procesos sociales a sus comunidades u optan por emigrar a las ciudades urbanas en busca de empleo?
Cualquiera de estas dos opciones se desconoce con información de primera mano si han sido preparados para responder a las necesidades de sus comunidades o a las necesidades del mercado. Al no tener un programa de seguimiento de egresados, se desconoce el papel que están jugando éstos en ambos escenarios.
Con respecto a revalorar los saberes de los pueblos originarios y propiciar un proceso de síntesis con los avances del conocimiento científico –u occidental diría yo-, prácticamente está en ceros, ya que para eso se requiere de un tipo de profesor formado desde otra lógica para abordar el conocimiento, y no solamente desde la mirada del conocimiento occidental codificado y sistematizado. ¡Difícil!, porque el conocimiento de los pueblos está anclado en un territorio, se adquiere bajo otros métodos que no son ni la palabra escrita ni la escuela, sino el diálogo y la práxis, y al no estar los profesores preparados para eso, de nueva cuenta es el conocimiento lineal y sistematizado lo que permea el salón de clase. Junto con esto, remontar la descalificación que el Estado Mexicano ha hecho de los pueblos originarios, de su cultura y sus saberes, hace mucho más difícil cumplir con este precepto. Y finalmente, favorecer el diálogo con las comunidades implica llegar a acuerdos con ellas, lo cual reorientaría el quehacer de la Universidad para responder a sus necesidades y requerimientos, y se enriquecerían mutuamente, sin embargo, en la práctica, se le cierran las puertas y ventanas a las voces del contexto. Por eso se evita el diálogo, para que, pensando en la ciencia en abstracto, las comunidades no tengan nada qué aportar.
A casi siete años de existencia de la UIEG, me atrevo a decir que vive de prestado, es decir, vive y se desarrolla pidiéndole prestado a las universidades convencionales sus programas de estudio, la formación de sus profesores, la forma de abordar el conocimiento, las formas de evaluación, entre otras. Es decir, los profesores repiten lo mismo bajo lo cual fueron formados, y fueron formados en instituciones de educación superior convencionales. Por supuesto que esto no es cuestionable, lo cuestionable es que no haya la menor intención de analizar bajo qué enfoque o paradigma se debe organizar o abordar el conocimiento desde la interculturalidad, o cual debe ser la filosofía que debe impregnar en todo su quehacer a una institución que se dice intercultural. Creo que éste es el verdadero reto.
Pero también, a siete años de distancia, con la infraestructura y los servicios con que cuenta actualmente, también puedo decir que es un lugar ideal para estudiar y hacer investigación: apartado de toda distracción e instalada en un lugar inédito.
Pero para que tanto maestros como estudiantes aprovechen estas condiciones, se requiere de disciplina y disposición para el estudio y la investigación; de no ser así, se tomará como un empleo mal pagado por los primeros, y como cuatro años de sufrimiento por los segundos. El alto índice de deserción es alarmante, más del
60% en la generación 2010-2014.
La planta docente.
El equipo que venía trabajando este proyecto de universidad en el estado de
Guerrero, y que de alguna manera habían acumulado cierta experiencia, o que al menos estaban problematizando sobre interculturalidad, al momento de crearse quedaron fuera, y se procedió a contratar a profesores mediante convocatoria abierta. Es decir, primero se creó la institución y luego se contrató al personal docente; seguramente todos ellos excelentes profesionistas en su área, pero desconocedores de lo que se pretendía con una universidad intercultural; resultado: reprodujeron la forma en que fueron formados en sus respectivas instituciones educativas: áreas del conocimiento, disciplinas, programas de estudio por materias, etc. Este ha sido uno de los principales problemas en educación superior, que primero se crean las instituciones, y luego se contrata al personal académico, lo cual dificulta la creación de equipos de trabajo, de ahí, que actualmente se esté haciendo énfasis en la conformación de los Cuerpos
Académicos, y a partir de ahí, de los Cuerpos Académicos Consolidados, la creación de programas educativos.
Aunado a lo anterior, se ha dificultado la permanencia de los profesores debido a las condiciones laborales, de ubicación de la institución, los bajos salarios, lo quedificulta la contratación de profesores con Maestría y Doctorado, pero principalmente, y creo que ha sido una de las principales causas que no se haya podido consolidar una planta docente a siete años de la creación de la UIEG, es la falta de liderazgo académico, de tener claridad hacia dónde se pretende que camine la institución, de entender que la interculturalidad no es un término o concepto solamente, sino que es una forma de abordar el conocimiento, de que es una actitud y postura ética y filosófica.
Me llama la atención escuchar todavía que la interculturalidad es solamente para los pueblos indígenas, o que se le dé nula importancia por parte de los profesores, es decir, no hay una actitud por investigar, analizar, discutir y documentarse en qué consiste el paradigma de la interculturalidad y cómo aterrizarlo en una institución de educación superior. Es decir, siendo la interculturalidad el corazón que debe ordenar la universidad en todos sus aspectos, ha pasado a un segundo o tercer plano. En este sentido, la UIEG, vive de prestado, es decir, no la diferencia nada de las otras universidades convencionales que no sea su alto porcentaje de población originaria, pero además, por imitarlas, lo está haciendo mal o pésimamente mal.

florgogo2014@gmail.com
La Ciénega, julio del 2014.