jueves, 13 de noviembre de 2014

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta al Gober) De Julio Ayala Carlos

JULIO AYALA CARLOS
Estimado Sustituto…
Es cierto. Hay que darle tiempo al secretario general de Gobierno, David Cienfuegos Salgado, que si bien no tiene experiencia en la práctica política, creo que tiene la mayor intención por hacer el mejor papel, en un momento en que el estado de Guerrero vive en la convulsión.
Ciertamente al igual que tú, Cienfuegos Salgado es académico, y sin duda, de los mejores, pues además de tener el grado de Doctor en Derecho, con mención honorífica, tiene estudios avanzados en Derecho Administrativo por la Universidad Complutense de Madrid, y en Derecho Constitucional por la Universidad de Castilla La Mancha.
Además, tú lo sabes, es Especialista en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Constitucionales de Madrid, y Diplomado en Altos Estudios Internacionales en la Sociedad de Estudios Internacionales en Madrid, España, y Máster en Justicia Constitucional y Derecho Electoral por la Universidad de Castilla-La Mancha y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de nuestro país.
Eso sin contar que ha sido investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y Profesor-investigador en el Departamento de Estudios Institucionales de la Universidad Metropolitana, además de que ha impartido clases en posgrados de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Modelo (Yucatán), Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Veracruzana, Regional del Sureste de Oaxaca, y Universidad Autónoma de Guerrero.
Asimismo, ha impartido clases en los posgrados de la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa, y el Colegio de Guerrero. También, es, o rea, profesor Titular C de Medio en el Centro de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de Chiapas, e investigador invitado del Instituto Nacional de Ciencias Penales.
Desde el 2007 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1, y desde 1995 es profesor de asignatura en la Facultad de Derecho de la UNAM, donde también imparte clase en la División de Estudio de Posgrado; es profesor  por oposición de las asignaturas de Argumentación Jurídica, y Derecho Procesal, y por último, entre otras cosas más, hasta antes de tomar protesta como secretario general de Gobierno, es secretario de investigación del Instituto de la Judicatura Federal.
En suma, David Cienfuegos Salgado es, como dicen en mi pueblo, una “chucha cuerera”, o lo que es lo mismo, se las sabe de todas-todas, y si bien no tiene experiencia en la práctica política, tiene todas las herramientas para hacerlo, de tal forma que sólo hay que darle tiempo para que entregue resultados.
Claro. Tiene que rodearse de un equipo que ya tenga experiencia en el arte de gobernar, y por supuesto, en el manejo de crisis y solución de conflictos, como el que actualmente se vive en Guerrero.
Ciertamente resolver el conflicto por los hechos del 26 de septiembre en Iguala, no es fácil, primero porque en el convergen intereses diversos, desde políticos, económicos, y de narcotráfico, y porque además hay quienes utilizan el dolor y el sufrimiento de los deudos y los padres de los desaparecidos con fines perversos.
Yo creo, estoy seguro, que tanto tú como el secretario general de Gobierno están construyendo cómo salir del conflicto, y por supuesto, trabajando para que en Guerrero retorne la calma, la paz y la tranquilidad social, sin que ello signifique que se deje de lado la demande de justicia y el castigo ejemplar para los responsables de esos lamentables hechos.
Creo, también que tanto tú, como David Cienfuegos tienen que perderle el miedo a la acción, pues si bien la academia es muy distinto a la práctica política, estoy seguro de que saben cómo resolver el conflicto que vive Guerrero.
Y hay que decirlo. Si bien Guerrero requiere obra pública, lo más importante, en este momento es que el estado vuelva a la normalidad.
Es  todo. Espero escribirte pronto. Mientras, como es fin de semana, en donde quiera que esté papa-layo, hay que decir: ¡salud!