sábado, 6 de diciembre de 2014

DICEN QUE DIJERON QUE ANDAN DICENDO QUE… Por Margarito López Ramírez

“… Fidel Deloya Rodríguez es, en el ámbito pueblerino, una persona a quien el vulgo llama muchacho viejo por aquello de que no ha dado su brazo a torcer con alguna hembra en edad de merecer.

“… La gente lo conoce por el sobrenombre de “Güero barretas” porque supuestamente encontró un tesoro constituido por barras de oro. A tal manera de ser, se suman sus expresiones y extravagancias impregnadas de fantasías e ingenio. Frecuentemente emite relatos en los que se ubica como  personaje principal. Verbigracia, lo manifestado a uno de sus vecinos:

“… Eran las cinco de la mañana cuando estaba entrando a mi casa. Me empecé a desvestir, y cuando me disponía a dormir, oí la voz de mi padre: “hijo… Fidel... mi´jito. ¡Cabroncito! Ya te divertiste ¿Verdad?, pues ahora tienes que ir a ordeñar las vacas”. Y ahí tienes valedor que aunque no quería moverme, me levanté medio dormido en medio de la oscuridad, ensillé mi bestia, le cargué los picheles, me monté en ella y enfilé rumbo a Chaltepetla en donde está el rancho de mi papá que viene a ser casi mío. El amanecer me sorprendió por el paraje de Santa Rosa en donde todavía no quería despertar pero me avivé al escuchar que mis amigos me alcanzaban y después de decirme: “güero… güero barretas, ¡cuñado..., vas que vuelas!”, se reían hasta más no poder. Dado que soy brioso, abrí los ojos para ver por qué se carcajeaban. Y que voy viendo: ¡hermano...! No cabalgaba sobre mi caballo. Iba montado sobre un guajolote  que mis hermanas tienen en el patio de la casa. Cuando me di cuenta que le temblaban las piernas al animal, me dije para mis adentros: “No seas mula, güero…, vas a matar a este pobre pípilo”. Como de rayo me bajé de él. Ni tardo ni perezoso le quité la carga:   picheles, machete, tenates, tiliches,… y lo desensillé. En eso estaba cuando escuché a lo lejos los gritos de mi padre que llevaba mi caballo retinto al tiempo que decía: “¡Güero, güero, güero cabrón!, eso te pasa por bailador, borracho y mujeriego”. Por eso me ves así, hermanito, todo agüitado, y porque están bravas mis hermanas, las que no han parado de sermonearme diciendo que por poco y mato de cansancio a su pinche avestruz, que dizque es ave fina. ¡Pa´ mí que ellas están equivocadas porque a leguas se nota que no lo que dicen sino un guajolote grande que tarde o temprano nos comeremos en mole verde con tamales tololoches”.

“…Si esto fuese escuchado por alguien que no conoce al “Güero barretas”, posiblemente terminaría por convencerse de que está ante un hombre de costumbres y haberes mundanos, pero da la casualidad que Fidel no es poseedor del tesoro que supuestamente encontró, tampoco es aficionado al baile ni consume bebidas embriagantes. Y, por si fuera poco, quienes lo conocen y conviven con él, afirman que en su haber pasional no figura alguna dulcinea. Es, contrario a lo que él confiesa y aparenta, un personaje probo inmerso en sus quimeras que lo hacen poseedor de felicidad  que irradia entre sus coterráneos. ¡Es un soñador que crea, esparce y disfruta sus fantasías!..”

*Fragmento:
Libro, “Personajes pueblerinos”, mismo autor.