"El 27 de mayo de 1913, Monsieur
Durkheim, profesor de filosofía en la Sorbona pronunció un fragmento de una
conferencia dictada en Bolonia: Los juicios de valor". Con esta anotación
inicia la ficha descriptiva que acompaña uno de los pocos registros sonoros en
el que de viva voz se escucha al padre de la sociología dictar un brevísimo
fragmento de la conferencia Juicios de valor y juicios de realidad.
La grabación, resguardada por la
Biblioteca nacional de Francia, apenas cuenta con una duración de dos minutos
treinta y siete segundos aunque, por supuesto, su valor documental resulta
bastante significativo viniendo de uno de los intelectuales que cambiaron
sistemáticamente la forma de pensar la cuestión social.
A continuación se reproduce la versión
castellana del fragmento sonoro de Juicios de valor extraída del libro
Sociología y filosofía (Editorial Comares, 2006).
Por otra parte, si el valor de las
cosas se midiera verdaderamente según el grado de su utilidad social (o
individual), el sistema de los valores humanos debería ser revisado y cambiada
de arriba abajo, pues el lugar que en él tienen los valores de lujo sería,
desde ese punto de vista, incomprensible e injustificable.
Por definición, en efecto, todo aquello
que es superfluo o es inútil, o es, al menos, menos útil que cuanto es
necesario. Lo supernumerario puede faltar sin afectar gravemente el
desenvolvimiento de las funciones vitales. En una palabra: los valores de lujo
son dispendiosos por naturaleza, es decir, cuestan más que los beneficios que
aportan.
Se explica, pues, que se encuentren
doctrinarios que miren tales valores de lujo con mirada desafiante y que se
esfuercen por reducirlos a una porción congrua.
Pero no se trata, en verdad, que tales
valores tengan un precio más elevado a la vista de los hombres.
Así, el arte todo es cosa de lujo; la
actividad estética no se subordina a ningún fin utilitario, sino que se
manifiesta por el solo placer de la expresión misma, del mismo modo que la
especulación pura, es decir, el pensamiento libre de todo propósito mercenario,
desenvolviéndose por el placer de desarrollarse. ¿Quién puede discutir, no
obstante, que la humanidad ha colocado en todos los tiempos los valores
artísticos y especulativos por encima de los valores económicos?
Tal como la vida intelectual, la vida
moral tiene también su estética, que le es propia.
En efecto, las virtudes más altas
consisten en el cumplimiento regular y estricto de los actos más inmediatamente
necesarios para el buen orden social, sino que están formadas por movimientos
libres y espontáneos, sacrificios que nadie exige y que, en ocasiones, son aun
contrarios a los preceptos de una prudente economía.
Así, hay virtudes que son locuras, y es
precisamente esa locura lo que hace su grandeza.
Spencer ha podido demostrar que la
filantropía es a menudo contraria al interés bien entendido de la sociedad;
pero su demostración no impedirá a los hombres seguir colocando bien alto en su
estimación la virtud que él condena.
La misma vida económica no se ciñe
estrictamente a la regla de la economía. Si bien las cosas de lujo son aquellas
que cuestan más caras, no ocurre así tan sólo porque, como sucede en general,
sean las más raras, ni impide que cosas comunes sean las más estimadas.
Es que la vida, tal como la han
concebido los hombres de todos los tiempos, no consiste simplemente en
establecer el presupuesto del organismo individual o social, con el objeto de
responder con el menor gasto posible a las excitaciones llegadas de afuera, o
sea, proporcionar adecuadamente los recursos para las reparaciones necesarias.
Vivir es ante todo influir, influir sin límites, por el placer de influir. Y si
ciertamente la vida no ha de ir, en ciertos casos, más allá de la economía, es
entonces menester acumular para poder gastar y, en tales casos, son los gastos
el fin de todo, es decir, que la administración es la acción.
(Traducción
de José María Bolaño (hijo). Revisión a cargo de José Luis Monereo Pérez)
Esta
joya sonora fue un hallazgo de Marion Fourcade difundida después en el blog de
Kieran Healy.
http://cdn.sociologiac.net/2014/08/durkheim-jugements-de-valeur-1913.mp3