viernes, 2 de enero de 2015

Manú Dornbierer/¿Feliz año 2015? Ojalá, pero…

Manú Dornbierer/SATIRICOSAS. De que el mundo transita por una era bélico-política peligrosa, no hay duda. No la hubo desde que George W.  Bush lanzó su “Guerra contra el Terrorismo”, el 11 de septiembre de 2001 con el derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York. El atentado se adjudicó al creciente poder musulmán -al que por cierto alimentaría como vemos hoy-, pero fue un pretexto para aplicar la teoría de George H.W. Bush, el padre, enfermo y de 90 años hoy, quien con nazis que importó a Estados Unidos inventó el llamado “Código Contra Terrorismo”.
PARA  PROFETAS,  GEORGE  ORWELL
Seguramente muchos lectores conocen a George Orwell, el inventor de “Big Brother”. Su libro “1984” (Nineteen Eighty Four) que originalmente había intitulado “El último hombre en Europa” y que publicó ¡en 1949!, se encuentra entre uno de los 10 libros más famosos del mundo y en él prevé, este profeta británico y político con toda claridad, sin el misterio crípticos y oportunista de profetas más o menos religiosos, lo que está pasando hoy en este planeta manejado por 130 familias, grupalmente, conocidas como los “illuminati”. Se han formado bloques de países enfrentados que otrora eran aliados y que hoy son enemigos. En la novela de Orwell, el héroe, Winston Smith –Winston como Churchill- tiene a su cargo borrar la memoria de la gente y desinformar diariamente a la población -reescribiendo el “Times” de la víspera”-, para que no recuerde precisamente eso: que todo cambia de acuerdo a los intereses de los bloques de poder del momento.
Ese  libro   de George  Orwell  (India 1903- Londres 1950), que   parece   anticipar   fechas,   es  por  fortuna  constantemente  reeditado  en  todos  los  idiomas.  En  español,  la  última  que  compré  es  una  muy  pulcra  edición   de Editores  Mexicanos  Unidos.  Si  ya leyeron  ese  libro  varias  veces,  vuelvan  a  leerlo  para  entender  lo  que  pasará  en  2015. Les  dejo nada  más  unas  frases  de  Orwell  para   abrir  el  apetito   de  los  que  no  lo  han  leído.
EN UNA ÉPOCA DE ENGAÑO UNIVERSAL DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO
-Ver lo que tenemos delante de nuestras narices requiere una lucha constante.
- La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.
-La manera más rápida de finalizar una guerra es perderla.
- Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.
LO CARACTERÍSTICO DE LA VIDA ACTUAL NO SON LA INSEGURIDAD Y LA CRUELDAD, SINO EL DESASOSIEGO Y LA POBREZA
LA  NETA  DEL  CONTINENTE   AMERICANO Y  LOS  GRINGOS
Los   grandes  escritores  son  los  verdaderos  profetas  y   los    mejores  analistas. Pasemos   a otro  regalo  de  Año  Nuevo  para los  que  en  verdad  quieren   conocer  la  realidad.   A  propósito  de   los  atentados  a  las   Torres  Gemelas   de  Nueva  York, el  11  de  septiembre  de  2001,   apareció  en  la  red  el  siguiente   muy  preciso texto:   

“¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente ver que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino? ¿Cómo se siente el miedo apretando tu pecho, el pánico que provocan el ruido ensordecedor, las llamas sin control, los edificios que se derrumban, ese terrible olor que se mete hasta el fondo en los pulmones, los ojos de los inocentes que caminan cubiertos de sangre y polvo? 


¿Cómo se vive por un día en tu propia casa la incertidumbre de lo que va a pasar? ¿Cómo se sale del estado de shock? En estado de shock caminaban el 6 de agosto de 1945 los sobrevivientes de Hiroshima. Nada quedaba en pie en la ciudad luego que el artillero norteamericano del Enola Gay dejara caer la bomba. En pocos segundos habían muerto 80.000 hombres, mujeres y niños. Otros 250.000 morirían en los años siguientes a causa de las radiaciones. Pero ésa era una guerra lejana y ni siquiera existía la televisión. 


¿Cómo se siente hoy el horror cuando las terribles imágenes de la televisión te dicen que lo ocurrido el fatídico 11 de septiembre no pasó en una tierra lejana sino en tu propia patria? Otro 11 de setiembre, pero de 28 años atrás, había muerto un presidente de nombre Salvador Allende resistiendo un golpe de Estado que tus gobernantes habían planeado. También fueron tiempos de horror, pero eso pasaba muy lejos de tu frontera, en una ignota republiqueta sudamericana. Las republiquetas estaban en tu patio trasero y nunca te preocupaste mucho cuando tus marines salían a sangre y fuego a imponer sus puntos de vista. 


¿Sabías que entre 1824 y 1994 tu país llevó a cabo 73 invasiones a países de América Latina? Las víctimas fueron Puerto Rico, México, Nicaragua, Panamá, Haití, Colombia, Cuba, Honduras, República Dominicana, Islas Vírgenes, El Salvador, Guatemala y Granada. 


Hace casi un siglo que tus gobernantes están en guerra. Desde el comienzo del siglo XX, casi no hubo una guerra en el mundo en que la gente de tu Pentágono no hubiera participado. Claro, las bombas siempre explotaron fuera de tu territorio, con excepción de Pearl Harbor cuando la aviación japonesa bombardeó la Séptima Flota en 1941. Pero siempre el horror estuvo lejos.

Cuando las Torres Gemelas se vinieron abajo en medio del polvo, cuando viste las imágenes por televisión o escuchaste los gritos porque estabas esa mañana en Manhattan, ¿pensaste por un segundo en lo que sintieron los campesinos de Vietnam durante muchos años? En Manhattan, la gente caía desde las alturas de los rascacielos como trágicas marionetas. En Vietnam, la gente daba alaridos porque el napalm seguía quemando la carne por mucho tiempo y la muerte era espantosa, tanto como las de quienes caían en un salto desesperado al vacío. 
Tu aviación no dejó una fábrica en pie ni un puente sin destruir en Yugoslavia. En Irak fueron 500.000 los muertos. Medio millón de almas se llevó la Operación Tormenta del Desierto... ¿Cuánta gente desangrada en lugares tan exóticos y lejanos como Vietnam, Irak, Irán, Afganistán, Libia, Angola, Somalia, Congo, Nicaragua, Dominicana, Camboya, Yugoslavia, Sudán, y una lista interminable?

En todos esos lugares los proyectiles habían sido fabricados en factorías de tu país, y eran apuntados por tus muchachos, por gente pagada por tu Departamento de Estado, y sólo para que tu pudieras seguir gozando de la forma de vida americana.
Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. 
Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del Apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24.000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción. Siempre han sido conflictos bélicos lejanos para ti, pero para quienes viven allá es una dolorosa realidad cercana, una guerra donde los edificios se desploman bajo las bombas y donde esa gente encuentra una muerte horrible. Y las víctimas han sido, en el 90 por ciento, civiles, mujeres, ancianos, niños efectos colaterales.
¿Qué se siente cuando el horror golpea a tu puerta aunque sea por un sólo día? ¿Qué se piensa cuando las víctimas en Nueva York son secretarias, operadores de bolsa o empleados de limpieza que pagaban puntualmente sus impuestos y nunca mataron una mosca? 
¿Cómo se siente el miedo? ¿Cómo se siente, yanqui, saber que la larga guerra finalmente el 11 de septiembre llegó a tu casa? “


Esta carta fue atribuida en las redes sociales a Gabriel García Márquez; sin embargo él desmintió que fuera un texto suyo. En todo caso, este recuento impresionante debe retomarse a propósito de la actual y muy grave situación mundial y del reingreso de Cuba al Continente Americano. Sin olvidar nunca la grandiosa respuesta de los países de América del Sur a USA. En todo caso, es un  documento totalmente auténtico en su información, aunque (opinión personal) equivocado al creer que los ataques a dichas Torres provinieron de fuera…