domingo, 11 de enero de 2015

MIRADA DEL DOMINGO Anatomía de candidatos Por: Isaías Alanís

Hacer un recuento pormenorizado de los candidatos a gobernador de Guerrero es un ejercicio soluble en acero. Guerrero vive momentos de excepción. Existen fuerzas oscuras y otras “bien intencionadas” para sus efectos “revolucionarios” que quieren impedir la elección; entre estos se cuenta el EPR, y los oscuros, cuya meta es vender caro su desistimiento “radical” a uno que permita el libre juego electoral. Si se impiden las elecciones, estaremos en una ruta de retroceso democrático aunque éste ya sea un  paradigma de la abisal democracia mexicana.
En este choque de fuerzas, unas que empujan para frenar un derecho histórico ganado a pulso, otras espolean fuerte para que las elecciones trascurran en la mayor calma y transparencia. El recién estrenado INE, tiene un aprueba de fuego en Guerrero. Y el gobierno de ROM, otra prueba para su eficacia, capacidad de diálogo y negociación, para conducir las elecciones sin meter la mano en la promoción de candidatos como ha sido una práctica ilegal durante años de los gobernantes mexicanos.
También abona a los graves problemas estatales, el tino con el que ROM, generó el desistimiento para desencarcelar a Nestora Salgado y en esa misma ruta justiciera, debe seguir la de Marco Antonio Suástegui, líder y vocero del grupo opositor a la construcción de la presa la Parota. Justicia popular que ya se esperaba desde hace mucho tiempo y que se había empantanado en el lodo burocrático de la injusticia mexicana. La libertad de Nestora, no representa gran cosa en el ánimo político. Es un caso aislado local que se dejó crecer a nivel nacional.  La probable libertad de  Suástegui, le bajara de presión a la caldera suriana, sin embargo, el vapor se ha enrarecido con intromisiones y juegos de poder que pretenden imponer a candidatos sin perfil y carentes de la experiencia política para conducir un estado en llamas.

Por el PRI, son cinco y de esos cinco uno. Mario Moreno Arcos, Héctor Astudillo Flores, Cuauhtémoc  Salgado y Manuel Añorve Baños, sin dejar de lado a Claudia Ruiz Massieu a quién desde esta columna hemos señalado como la probable candidata de última hora. Y todo parece indicar que dadas las circunstancias, es una juego electoral a modo para el regreso del tricolor a Guerrero, si el PRD, llega fracturado, sin embargo, dadas la condiciones del estado, esto se sabrá el mero día de las elecciones. Moreno Arcos cuenta con experiencia y ha sido ganador en varias elecciones. Astudillo Flores, es un político de fuerza y negociador. Añorve Baños tiene pasivos y activos, dicen los que lo conocen, que más pasivos que activos, Cuauhtémoc anda a la deriva a la espera de la iluminación “del haber que agarra, ”.
Sin embargo, los del tricolor, se unen, bajo el techo de la “disciplina partidista”, a menos que suceda lo mismo que pasó cuando Aguirre Rivero fue sacado de la jugada tricolor y admitido en las filas por el PRD, llevándolo al triunfo. ¿El fantasma del cambio de bandera será posible si no llegan las cúpulas tricolores a un acuerdo? Aunque en corrillos cibernéticos y díceres” de café, el tricolor “ya tiene candidato·”. Eso se verá en las próximas horas y días.
Por el PRD, van tres que serán uno: Beatriz Mojica Morga, Sofío Ramírez Hernández, y Armando Ríos Piter.
Mojica Morga pertenece a Nueva Mayoría, que ya a anunciado probables alianzas de facto con PMC, PT y PAN; y está en pláticas con PANAL. Beatriz Mojica ha estado muy activa y sería sano que una mujer abanderara a su partido. Aunque la misoginia y “machismo” a ultranza de algunos perredistas, le podrían cerrar los caminos. Sería una buena candidata, porque para empezar es académica, no tiene cola que le pisen y es una mujer brillante y trabajadora con estudios en la UNAM, el ITAM y Francia. Y es poseedora de una lucidez excepcional y despertaría la participación del voto femenino.

Sofío Ramírez, miembro distinguido de la cultura del esfuerzo, ha ganado siete elecciones. Es un hombre a suelo raso, político sistémico e instintivo. Sin mucha presencia estatal, pero con el apoyo aparente y hasta ahorita de la corriente del ex gobernador Aguirre Rivero que puede dar el banderazo para cualquiera de los candidatos en la recta final.

Y Armando Ríos Piter, el jaguar “despelado”. Cuenta con activos en la cúpula en el poder, pero está alejado de las base amarilla. Por razonamientos de miembros distinguidos del PRD, no sería garante de triunfo por la fuga de votos y el apocalipsis llamado “voto de castigo”. En esa misma ruta va Sebastián de la Rosa Peláez, que ya pidió licencia para iniciar su precampaña, si lo dejan los ayotzinapos y la ceteg.
En la joya de la corona electoral, Acapulco, el PRD, tiene a Evodio Velázquez de Nueva Mayoría quién se medirá con Ángel Aguirre Herrera, que durante mucho tiempo se mantuvo tras bambalinas a razón de los hechos de Iguala. Entre estos dos candidatos, está la aguja para donde apuntará la brújula amarilla ante la acechanza del PRI y del grupo Figueroa que tiene en Rubén Figueroa Smutny a un candidato posicionado y empoderado en el puerto.
Al interior del PRD, su presidente Celestino Cesáreo Guzmán trabaja intensamente para lograr la unidad. El perredismo conoce a su militancia y sabe que de no lograrse la unidad, el tricolor se podría colar como Sancho por su casa. De ahí la pertinencia de contar con una radiografía que las encuestas han modelado, pero lo más importante el sentir de la gente de a pie. Cesáreo Guzmán recorre la entidad blindando fugas de su militancia y creando una red mediante la cual alcanzarían el voto y el triunfo si no se descongelan muchos militantes aztecas y se van a MORENA que hace agua con un candidato desconocido en Guerrero. Pero que podría brincar ante una alianza de facto con Movimiento Ciudadano y Morena encabezada por el empresario y actual presidente de Acapulco, Luis Walton Aburto. Los perredistas, saben que si se fracturan, podrían perder la gubernatura, no así diputaciones y presidencias municipales.

En el cielo de Guerrero, sobrevuela la posibilidad de que surja una candidatura exprés ya sea de un militante del PRI al PRD, o de una alianza interpartidista debido a las condiciones del estado y a la partidocracia que no mide las consecuencias históricas, y con tal de lograr su objetivo de arribar al poder, pasan por encima de cualquier ordenamiento ético y democrático.

Como fue el caso de Javier Saldaña Almazán que se auto promovió y se auto descartó. El rector de la UAG, sólo representó un lapsus de saliva con un macro costo económico para la Universidad que está siendo auditada. Lo que invirtió Saldaña y sus “asesores”  en esa loca precampaña mediática representa una millonada. ¿De dónde salió ese dinero tirado al caño, o acaso servirá para negociar una diputación que lo alejará de la UAG y del compromiso de comprobar lo invertido en su persona?
En la puja por la gubernatura, han surgido candidatos pescadores que tiran la red a todo lo que se mueva; el Partido de los Pobres y del Partido Humanista que no han hecho alharaca festiva y costosa son un ejemplo.
Otra situación extrema para entender la morfología de las próximas elecciones, sería que desgraciadamente se impidieran, y de acuerdo a la constitución hubiera desaparición de poderes. Ese ya sería otro cantar y entonces si, en la anatomía de Guerrero, bien cabría hacer una cirugía mayor y que sea lo mejor para Guerrero.
Pero eso se decidirá en los Pinos. Que paradoja.