domingo, 4 de enero de 2015

Paisano para alcalde de Chicago Rogelio Faz/CARTAS DESDE CHICAGO.

Rogelio Faz/ Chicago, una de las ciudades más importantes de Estados Unidos, está en la meta de Jesús “Chuy” García, originario de Durango, México. Chuy quiere ser alcalde. Actualmente es Comisionado en el Condado de Cook, fue senador estatal y alderman de la ciudad. Con la salvedad de que ahora tiene obstáculos más difíciles por librar: falta de capital o respaldo político y económico.
El actual alcalde de la ciudad, Rahm Emanuel, es un político de mucho peso, con toda una maquinaria que lo apoya. Entre ellos un buen número de latinos electos. Además, cuenta con suficientes fondos económicos para su campana de re-elección, más de 9 millones de dólares. Emanuel fue congresista y jefe de Gabinete en la Casa Blanca con Barack Obama. Y su poder lo demostró cuando pudo registrar su candidatura para alcalde aun cuando no cumplía con el requisito de residencia.
Chuy García parece no intimidarse para “run” (correr o postularse) a la posición de alcalde de Chicago, pero no solamente se necesitan tablas o que unos cuantos lo empujen. Se necesita mucho oxigeno político y dinero, mucho dinero. Lo que difícilmente podrá recaudar, así que su suerte depende del apoyo de organizaciones comunitarias, sindicatos, etcétera; y la otra parte del músculo político de Chicago: los barrios. Y no solamente del glamur del centro de la ciudad y empresarios.
Anteriormente Chuy García había salido avante en situaciones adversas como fue durante la llamada “council wars”, como también se ha ido de bruces con vallas que no parecían muy altas. Como sucedió cuando perdió su puesto de senador contra un incipiente político (Antonio Munoz). Quien era respaldado por la llamada “political machine” del Partido Demócrata del alcalde Richard M. Daley (retirado), que contaba con la Hispanic Democratic Organitation HDO, donde se utilizó a políticos y a empleados del gobierno latinos, la cual se desmanteló por corrupción dejando a varios de sus miembros en la cárcel.
La postulación de García surge después de que la líder del sindicato de maestros de Chicago Karen Lewis (afroamericana), retirara su candidatura a la alcaldía por razones de salud. Y que Toni Preckwinkle (afroamericana), Presidenta del Cook County Board of Commissioners, quien definitivamente si le podría dar la batalla a Emanuel, no se decido “correr” por el puesto. Lo que se presta a suspicacias.
Las elecciones son el próximo 24 de febrero y el tic tac del cronómetro sigue su marcha. Por ello, García deberá apresurar el paso para saber qué grupos de la comunidad lo apoyan, porque con lo que recaude no le alcanzará para mandar el mensaje de que él es el líder para dirigir a la ciudad. Como político y activista comunitario conoce de cerca las necesidades de la ciudad, lo que para el Mayor Emanuel son asuntos de escritorio.
García confía que se dé algo similar como en la Ciudad de Nueva York, donde el Mayor Bill de Blasio, el pro sandinista que logró convencer a los votantes de barrio de que él sí representaría sus intereses por ser activista y voluntario, lo que lo llevó a ser el Defensor del Pueblo (ombudsman o comisionado) de Nueva York.
Si Chuy logra el apoyo comunitario de afroamericanos y latinos, deberá de ser en gran número y en su mayoría voluntarios, no hay recursos. Para eso deberá ser un atleta del convencimiento, el tiempo apremia y la recta final es cuesta arriba.
García es catalogado como una persona decente, de familia y bien intencionada pero en política no basta. Y sin la habilidad suficiente en retórica corre el riesgo que lo dejen bailando el pasito duranguense.
García no es el primero que lo intenta. Ya en 1988 el carismático y controversial Juan Soliz, un México-americano había anunciado su candidatura para la alcaldía, y dijo: “Yo no pretendo tener todas las soluciones, pero perpetuar los conflictos raciales que ha dividido la ciudad no nos conduce a un camino positivo para el siglo 21. No hay espacio para un cambio, la gente de Chicago debería tener la posibilidad de elegir, y que la comunidad hispana puede servir de puente para que cada comunidad puede entenderse mejor”. Ganó todos los reflectores, pero desistió por falta de respaldo político y económico.