jueves, 9 de abril de 2015

ENTRESEMANA, ¿A poco no? (*) Moisés Sánchez Limón

Que nadie se llame sorprendido ni se espante ni santigüe frente a los horrores verbales que ofenden a las buenas conciencias en las campañas electorales. ¡Señoras y señores!, la temporada de caza está abierta.
Las mentadas de madre y coloquiales referencias o los insultos matizados en voz de atractivas señoras maduras --madres solteras que se rompen la madre-- y venerables ancianos o inocentes niñoso jóvenes politizados que no se roban nuestro dinero y hacen videos con celular, son las mismas que en las plazas públicas han abundado cuando la carrera por el poder apisona conciencias y roba el sueño con el desprestigio y echa a volar --¡a huevo!-- la imaginación mediante viajes de opio que traen renuncias de la mano, de estos próceres que han caído al infierno del desprestigio y del cual saldrán, aves fénix de sui generis plumaje, reciclados en el siguientes proceso electoral.
Ahí tiene usted al helicóptero nuestro de cada día. Y el tema sirvió, incluso, para que un dizque analista político “bien informado” –de estos cuyas líneas tienen sonido de caja registradora—pecara de ingenuo, ¿pecara?, y adelantó que el director de la Conagua no renunciaría cuando ya estaba en las rotativas la esquela que anunciaba la circunstancial y eventual defunción política del joven David Korenfeld.
O igual esas líneas de un anónimo opinador que firma con seudónimo la columna en la que pondera al dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, porque, aduce, “reconforta” que el guanajuatense diga que lo de usar helicópteros para asistir a Zitácuaro, Michoacán, al arranque de la campaña de Silvano Aureoles Conejo a la gubernatura de aquella entidad, “fue un error que no repetirán” los perredistas –incluidos los gobernadores de Guerrero y Morelos--.
O que los panistas hagan mutis y asuman que la virgen les habla, echándole amnesia a aquel exceso –uno de los incontables—del virrey poblano Rafael Moreno Valle Rosas que utilizó un helicóptero para pasear a la señorita Ximena Navarrete, triunfadora en el Certamen Nuestra Belleza 2009 y, ¡ajúa!, Miss Universo 2010, pero el aparato no era propiedad de Rafa ni pagó tarifa alguna, porque era una ambulancia aérea.
Por supuesto, a Rafa le importa un pito el asunto. Al fin y al cabo tiene maiceados a los dizque líderes de opinión dentro y allende el territorio que le tocó administrar como hacienda familiar al grado de que hasta su abuelo, el general y doctor Rafael Moreno Valle, fue galardonado por el presidente Enrique Peña Nieto, en uso de la amnesia política que echó tierra a la negra historia de este personaje que sólo alcanzó a gobernar tres años a Puebla, del 1 de febrero de 1969 al 21 de marzo de 1972 porque fue defenestrado, aunque se maquilló el asunto como una solicitud de licencia, luego de desmadrar a la entidad e involucrarla en una severa crisis.
Bueno, bueno, matizarán los defensores de este linaje morenovallista con la excusa de que fue un extraordinario médico al servicio de la patria, el señor general y doctor que fungió, incluso, como secretario de Salubridad y Asistencia en el gobierno del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, también poblano originario de San Andrés Chalchicomula cuyo nombre está incorporado en la negra historia de la represión en México. De qué se presume, pues.
Pero, en fin, a Rafa Moreno Valle Rosas le han documentado excesos en el uso de vehículos aéreos para atender asuntos no oficiales, como aquellos de irse de week end a Nueva York o Los Ángeles, California. Con quienes se haya hecho acompañar es un asunto muy de su ámbito privado, mas no el uso de recursos públicos para pagar esos viajes que no tienen nada de oficiales. ¿Quién le pide rinda cuentas? Nadie, porque el Congreso poblano está en la nómina de Rafa gobernador.
¡Ah!, pero el joven Korenfeld fue llevado a la hoguera, linchado por la dizque opinión pública que está harta de los excesos de funcionarios públicos. ¿Quién denunció al director de la Conagua? Ciudadanos del mismo nivel económico, de la misma clase social que denunció los excesos etílicos de quien fuera su jefa de prensa y que echó bronca en un bar de Los Cabos, por el cobro de una cuenta de menos de dos mil pesos, justo cuando los sudbajacalifornianos estaban en crisis por el azote de los huracanes el año pasado.
No, no han sido ciudadanos clasemedieros ni mexicanos en pobreza extrema los que han denunciado excesos de funcionarios y políticos como Korenfeld, Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Rafael Moreno Valle, el ex gobernador de Durango Ismael Hernández Deras –con aquel millonario festejo de cumpleaños--, o los relojes de César Camacho –si se los compró con su lana muy su gusto—y los trajes Armani de Andrés Manuel López Obrador o las chanclas deportivas de más de diez mil pechereques de su chamaco que anda en la grilla y ha sido funcionario público por obra y gracia de su progenitor.
No, los denunciantes han sido ciudadanos de clase media alta y alta o muy alta. Estos a los que ofende el ascenso de los políticos al circuito de los ricos ricos, multimillonarios como el dirigente petrolero y senador Carlos Romero Deschamps, a quien han balconeado sus vecinos, sí, esos que se van a esquiar a Vail, Colorado, o que tiene surtos los yates de lujo en las marinas de San Diego y pasan las vacaciones en sus pisos de Nueva York, Hollywood o Madrid o París.
Porque, al final de cuentas, filtrar fotos, documentos, registros, títulos de propiedad, números de cuenta en bancos de paraísos fiscales, es el deporte que –Ángel Fernández dixit—gusta y apasiona al ciudadano que es blanco del mensaje subliminal, la oferta política en temporada de caza.
¿Quién filtró los pormenores de la Casa Blanca? ¿Quién paga la cacería a la que está sujeta la familia presidencial? ¿Los mexicanos clasemedieros que de pronto se van de shopping a Los Ángeles?
Nada, nada. Es la clase política de pedigrí de la mano de esa clase pudiente, manejadora de los dineros, la rica-rica dueña del poder económico que ha echado a andar la mecánica del desprestigio en esta temporada en la que el PAN anda en pos de recuperar Querétaro y mantener Sonora y hacerse de Nuevo León, mientras el PRD se hunde en sus cuitas con los prohombres de Morena que han abandonado el rubor, como Ricardo Monreal que se entrevista con Cuauhtémoc Gutiérrez, prístino controlador de los subterráneos políticos del Distrito Federal que en su momento ofreció a Marcelo Ebrard y volcó contra María de los Ángeles Moreno, mientras el PRI vela armas y asume el pusilánime método de la ley del Talión.
Por eso, señoras y señores, que nadie se llame sorprendido. En política, verdad de Perogrullo, nada es verdad y nada es mentira, todo es según el color del cristal con el que se mira. ¿A poco no? Conste.
VIERNES. Por cierto, a río revuelto, ¿quién es responsable del problema financiero que enfrentan los productores de leche en México? Se lo platico el lunes de entresemana. (*) ¿Será marca registrada por el PAN? ¡Chale! Espero no me demande Gustavo. Digo.

@msanchezlimon