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| EFRAIN FLORES IGLESIAS |
El estado de Guerrero vive y necesita del turismo para salir adelante.
Eso no está a discusión. Pero intereses perversos les interesa que no haya
turismo y que las inversiones no lleguen a Acapulco, Zihuatanejo y otros
municipios turísticos.
Todo indica que generar psicosis en la población, es su arma y/o
estrategia. Y para ello confrontan a las autoridades. No les importa si se
pierden vidas humanas.
Guerrero es una entidad con alta marginación, pero gracias al turismo
hay fuentes de empleo y obra pública. Acapulco, Ixtapa (Zihuatanejo) y Taxco
son los principales destinos turísticos de la entidad. Lamentablemente la
violencia generada por los grupos de la delincuencia organizada ha propiciado
que los gobiernos de Estados Unidos de América y Canadá alerten a sus ciudadanos
a no viajar a Guerrero.
Las autoridades han anunciado el reforzamiento de la seguridad en
Acapulco, ya que en las últimas semanas la violencia se ha disparado. No es la
primera vez que se anuncian estrategias para frenar el índice delictivo. Ojalá
el gobierno del presidente Enrique Peña
Nieto realmente se enfoque en garantizar tranquilidad, y no solamente en
Acapulco, sino en toda la entidad.
El gobernador Héctor Astudillo
Flores y el alcalde de Acapulco, Evodio
Velázquez Aguirre, han manifestado su total compromiso para coadyuvar con
la Federación para frenar la violencia. Es una tarea complicada, pero cuando
hay disposición se puede avanzar por buen camino.
Desde luego que no solamente los criminales están empeñados en que
Acapulco y otros municipios de la entidad les vaya mal. Algunos actores políticos
aprovechan el escenario de violencia para orquestar campañas de guerra sucia en
las redes sociales para que la sociedad se asuste y odie a sus gobernantes.
No es tiempo para que los intereses políticos
estén por encima del interés colectivo. Aquellos actores políticos que les
gusta la confrontación deberían analizar que le están haciendo daño al estado con
sus actitudes belicosas.
Claro, es válido que cuestionen la falta de resultados o la problemática
que prevalece en este momento, pero que no olviden que ya tuvieron la
oportunidad de estar en el poder y nada hicieron para frenar la criminalidad en
la entidad; uno que otro es familiar de ex gobernadores y ex alcaldes, y otros
han formado parte de gobiernos fallidos.
Que ahora salgan que son los redentores sociales y que tienen la fórmula
mágica para sacar a Guerrero de todos sus males, ¡por favor! Que se los crea su
abuela, dijeran en mi pueblo.
La entidad no pasa por buen momento, pero eso
no debe ser motivo para que la sociedad se rinda ante el crimen y que las
autoridades hagan su tarea para combatirla.
El problema no es de ahora. Viene de mucho tiempo atrás. Hubo administraciones
que permitieron que el monstruo creciera y se infiltrara en las altas esferas
del poder.
Y como bien lo dice el presidente de la Comisión de Defensa de los
Derechos Humanos de la entidad, Ramón
Navarrete Magdaleno, la inseguridad se debe atender desde el hogar.
“Han dado cuenta ustedes (medios de comunicación) de los jóvenes que han
detenido aquí mismo en Chilpancingo, jóvenes de 16, 17 años, los hemos visto
caídos también en los encuentros que ellos hacen, ¿y, donde están sus papás?,
los papás del niño que detienen o identifican cometiendo actos ilícitos”, dijo
en entrevista.
Por eso, insisto, hay intereses perversos que
quieren matar a la gallina de los huevos de oro (turismo) y generar zozobra en
la sociedad.
Nos leemos mañana.
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